Hermann González

Cobre bajo US$2, ¿crecimiento menor a 2%?

Economista Principal BBVA Research

Por: Hermann González | Publicado: Miércoles 13 de enero de 2016 a las 04:00 hrs.
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El precio del cobre rompió la barrera de los US$ 2 y no tenemos claridad si se trata de un evento de corta duración o si seguirá profundizando su caída, pero dada la debilidad de los fundamentos de este mercado, no puede descartarse que esta tendencia se prolongue. Un escenario como este tendría efectos significativos sobre la economía chilena, los que hasta el momento no han sido analizados -al menos de forma pública- por nuestras autoridades económicas.

El Presupuesto de este año se hizo con un precio del cobre de US$ 2,5 la libra y el Banco Central proyectó un precio promedio de US$ 2,25 la libra para 2016-17, pero en BBVA Research estamos trabajando con un precio promedio en torno a US$ 2 la libra que considera precios bajo ese nivel por algunos meses. Las razones detrás del fuerte ajuste del precio del cobre suelen centrarse en China, la evolución de su economía y su menor demanda asociada a un crecimiento menos dependiente de la inversión. A lo anterior, se suma el fortalecimiento del dólar que impacta negativamente la demanda global de cobre y la menor demanda financiera en un escenario de tasas de interés al alza en EEUU, todos factores que podrían seguir presentes e incluso acentuarse en el transcurso del año.

Además de los efectos cambiarios que son directos e instantáneos y que podrían llevar al dólar sobre $750, están los efectos inflacionarios que, con algún rezago, implicarían un tercer año de inflación sobre el techo del rango de tolerancia de la meta de inflación. En este contexto, es posible que el Instituto Emisor no ceda en su intención de seguir elevando las tasas de interés, aunque subir la TPM en un escenario donde la desaceleración continúa con consecuencias desinflacionarias de mediano plazo, podría llevar a acentuar la ralentización del crecimiento.

También están los efectos fiscales que incluyen un mayor déficit y una reducción de los espacios para expansiones adicionales del gasto público. Los expertos que proyectan el precio de referencia del cobre ajustarán a la baja su estimación en lo que probablemente será la mayor corrección en este parámetro desde que existe la regla fiscal. El Banco Central ya dio un claro (e inédito) paso en esta dirección, al señalar en el último IPoM que estima un precio promedio de US$ 2,6 la libra para los próximos diez años. El impacto directo de un ajuste como este es una reducción de los espacios de aumento del gasto público, acompañados de debates Presupuestarios y de negociaciones salariales mucho más difíciles e intensas que las de los últimos años.

Dependiendo de la magnitud de la caída del precio y de su persistencia, veremos efectos negativos adicionales a los ya ocurridos en la producción minera y en las industrias que prestan servicios directos o indirectos a la minería, incluyendo los servicios financieros, el comercio, la construcción y la industria manufacturera, que serán acompañados por ajustes en el empleo. A última línea, una caída marcada y persistente del precio del cobre tendría efectos negativos en el crecimiento que, en un contexto de confianzas deprimidas, son la base para sostener escenarios de riesgo que pueden llevar a la economía a una expansión (quizás marcadamente) bajo 2%.

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